sábado, 4 de junio de 2011
Airport!!!!!!!
jueves, 19 de mayo de 2011
you make me real
sábado, 23 de abril de 2011
How deep is the ocean
Deseó ser el mar. Sentir su brisa. Probar su fuerza. Olvidó que en esa playa los cangrejos hacen realidad tus sueños. Una tormenta de pinzas se la llevó a lo más profundo del océano.
martes, 5 de abril de 2011
Workaholic
sábado, 29 de enero de 2011
Mad world
Y, estrepitosamente, la maceta se quebró. Yo lo vi desde la acera. Un rayo fulminó el escaparate y ese bonsái de tímida apariencia se desperezó en un estruendoso crujir de la cerámica, lenta, sí, pero decididamente. Ese árbol, tan pequeño, adquirió fugazmente una majestuosidad de la que nadie le hubiera creído capaz. Los cactus lo miraban sorprendidos. Ni siquiera su aspecto amenazante podía ya competir con la fuerza del bonsái. Los geranios sonrieron ante esa sonora victoria que siempre habían sospechado. Esos rebuscados giros en las ramas no podían haber sido concebidos más que por algo grandioso. Y ese algo estaba dejando el negocio. La mirada atónita de los girasoles siguió sus últimos pasos antes de que se perdieran en el horizonte. Nunca nadie en esta acera supo qué fue del bonsái. Unos dicen que alcanzó mundos lejanos donde mostrar su valía; otros, que la falta de agua puso fin a su viaje. Lo único que puedo deciros es que ese día lloré por primera vez. Y la gente pronto se precipitó a coger la savia que cantaba mi pasión.
domingo, 23 de enero de 2011
Sombra
Elegía su sombra de ojos según el pronóstico del tiempo. Todos admiraban el cuidado con que escogía a diario cada color. Su eficacia era lo que la diferenciaba y alzaba sobre el resto. Ella lo sabía. Cada mañana era consciente de la importancia de su elección. Y cada noche sonreía satisfecha por el éxito obtenido. Ese día, una mala iluminación de las sombras, un fallo en el pronóstico o quizás la falta de concentración en el proceso fueron tal vez los culpables de aquella tediosa carcajada. Nunca lo supo. Tan sólo alguien se percató de que ese tono no era el adecuado y lo comentó con todos, orgulloso de ser el primero en atestiguar el error de quien, creía, rozaba la perfección. Y así, una carcajada general la derribó. Tranquila, le decían, eso le puede pasar a cualquiera. Esas bobas sonrisas la acompañaron toda la jornada. Pisotear a quien han vitoreado les llena de placer. Pasó la noche en vela, entre cálculos y pronósticos, entre tonos y furia. Aunque supiera lo que debía ponerse en unas horas, ¿qué pasaría si se equivocaba de nuevo? Una vez perdido su rasgo más propio, tanto identidad como dignidad pasarían a formar parte del pasado. No sería nadie. Y nadie la respetaría. No, no podía permitírselo. Pero, ¿qué hacer?... ¡Ya amanece! La fuerza del rojo vencía lentamente al negro en ese horizonte que presenciaba, sin prisa, su derrota. Sí, él también se burla… Correría el riesgo. Al llegar donde el resto, le temblaban las piernas y un tic se había apoderado de su párpado izquierdo. La situación no podía ser más patética. Las primeras miradas denotaron indiferencia. No era malo, pero tampoco era lo que quería. Así que se arriesgó y fue directa a su antiguo delator, él no le mentiría. Se examinaron durante unos intensos y fulminantes segundos. Entonces él sonrió, triste. ¡No podía ser cierto! ¡Había fallado de nuevo! Rápidamente, él le guiñó un ojo cómplice, prometió silencio. ¿Qué? Era peor de lo que jamás se hubiera imaginado: él sentía lástima. Y, de enterarse, también lo haría el resto. Decidió actuar. Esta vez eligió colorear su miseria: no paró hasta que sus ojos quedaron completamente teñidos por el frío metal de las tijeras.
domingo, 16 de enero de 2011
my baby just cares for me
El médico dejó pasar primero al enfermero quien, jeringuilla en mano, corría a aliviar el nuevo brote de histeria de la paciente.