domingo, 9 de mayo de 2010

Apariencias


Hace sol. La acera quema un poco, pero se está bien. Siempre los espero aquí, sentada. ¡Tardan tanto…! El colegio de los niños queda lejos y el tráfico a estas horas es tremendo. ¡A saber dónde han aparcado! Menos mal que siempre llevo conmigo esta foto de los cuatro, me distrae. Además la casa sale muy elegante, y limpia. Se nos ve tan felices… La hicimos el año pasado, el día de la madre. Me regalaron un perfume y ese ramo de flores silvestres, las cogieron del jardín. Luego me invitaron a cenar… ¿adónde? Fuimos en coche, de eso me acuerdo. Y después… después… ¿Por qué tardan tanto? Ya no me gusta esta acera. Hace sol. Quizás debería ir a buscarlos… No, no, mejor espero aquí. Se habrán parado a comprar agua. Sí, debe de ser eso. Tendrán sed, yo al menos tengo mucha sed. Demasiado sol. ¿Dónde está mi foto? Aquí. ¡Qué felices salimos! Pero, ¿dónde cenamos? No importa, no importa… Ya llegan, seguro. Sólo tengo que esperar. Un poco más. Sólo un poco. Pero hace sol. La acera quema. ¡Y tengo tanta sed…!


¡Vaya día! Tanta reunión me mata. Mi presentación ha sido un éxito, desde luego. Lejos de la mediocridad de mi jefe. Pronto ocuparé su puesto. Pero ¡qué calor! ¡Aire acondicionado en las calles ya! Y, ¿esa señora? Ah, la borracha de siempre. Qué pesada con su “sed”. Y dicen no sé qué de un accidente de coche en el que lo perdió todo, menos la esperanza. Ya, y la decencia. La gente se lo cree todo. ¡Qué calor!

Lía

3 comentarios:

  1. Precioso, triste pero precioso

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  2. la esperanza es el sueño del hombre despierto!!!

    NUNCA hay que perderla!!! jajajaj

    y si estas al borde del precipicio, repite conmigo:
    NIIIIIIRVANA!! (funcionaaa jajajaj)

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